Tour de Francia de 1998. 11 de julio. Jan Ullrich, vencedor del Tour de 1997, y a pesar de una muy deficiente preparación invernal en la que alcanza los 86 kilogramos de peso, 15 más de su peso en forma, se presenta en la salida de Dublín como máximo y casi único favorito, prácticamente nadie duda de que el gran talento alemán ganará varios Tours. Inicia la temporada con 8 kilos de más, pero en julio el ya disminuido peso crucero tiene como principales rivales a dos escaladores de tronío, el recientemente oxigenado rubiales Richard Virenque, y “el pirata” italiano Marco Pantani, reciente vencedor del Giro de Italia. Con sólo dos finales en alto y 116 km contra el reloj, Abraham Olano y Alex Zülle, compañero de Virenque en el equipo Festina, también son considerados como posibles aspirantes. Pero ese Tour, realmente, no empieza en Dublín…

 

   El 8 de julio la Policía francesa de aduanas detiene al masajista del Festina, Willy Voet en la frontera franco-belga. Lleva cientos de productos dopantes en su coche, EPO, hormonas de crecimiento, anabolizantes y enmascaradores, “para consumo personal”, según declara ante el juez Patrick Keil. El director general de la Sociedad del Tour de France, Jean Marie Leblanc, se ve obligado a leer un comunicado ante la prensa sin aceptar posteriores preguntas. “El pasado miércoles por la mañana, en la localidad fronteriza franco-belga de Neuville, en las cercanías de Lille, el cuidador del equipo Festina, Willy Voet, de nacionalidad belga, fue arrestado por la policía francesa, que le sorprendió llevando medicamentos prohibidos en un vehículo del Tour de Francia. El señor Voet permanece todavía detenido. Nuestro punto de vista en este asunto es el siguiente: Este ‘affaire’, que parece relacionado con el dopaje, no concierne al Tour. No ha tenido lugar durante la carrera; se ha producido a muchos kilómetros de aquí. Entendemos que debe haber una profunda investigación que responda, entre otras, a tres preguntas básicas: de qué productos se trata, qué cantidad ha sido confiscada y cuál era su destino. Cuando la investigación concluya, entonces reaccionaremos. Colegas suyos me preguntaban ayer si iba a haber sanción contra el Festina, si podía ser excluido de la carrera. Me parecería del todo injusto tomar una decisión antes de conocer todos los pormenores de este asunto. Y no acostumbramos a ser injustos ni a tomar decisiones precipitadas”.

 

   El 15 de julio el director del equipo Festina, Bruno Roussel, y el médico del equipo, Éric Ryckaert, son detenidos por la Policía francesa acusados de tráfico e incitación al consumo de sustancias dopantes. Roussel admite suministrar sustancias dopantes bajo estricto control médico. El Festina es expulsado de la carrera el 17 de julio. De golpe y porrazo desaparecen del mapa dos de los máximos aspirantes para luchar por el Tour, Richard “Corazón de león” Virenque y Alex Zülle.

 

   Tras la primera crono de 58 kilómetros Ullrich aventaja a Pantani en algo más de cinco minutos. Otros presuntos favoritos como Jalabert (a casi minuto y medio), Olano (a más de dos minutos) o Riis (a casi cuatro) no dan la sensación de poder batir al alemán en ningún terreno. Las dos primeras etapas de los Pirineos se desarrollan de manera un tanto decepcionante, pero en la tercera, entre Luchon y Plateau de Beille, Marco Pantani asesta su primer golpe serio al mentón de Jan Ullrich. La sensación que hay es que el alemán no está tan fuerte como el año anterior, a pesar de un pinchazo al inicio de la última subida que le perjudica seriamente. Ciclistas como Bobby Julich, Michael Boogerd, Leonardo Piepoli, Fernando Escartín y Christophe Rinero  llegan por delante suyo. Jan Ullrich pierde unos segundos en los metros finales, aunque sube algo más rápido  que ellos tras el pinchazo sufrido. Olano se retira cojeando por una caída bajando el Aubisque, con dolores que se agudizan posteriormente. Tras los Pirineos, Pantani ha recortado dos minutos sobre Ullrich y se encuentra a 3 minutos en la clasificación. Sin embargo, el favoritismo de Ullrich sigue intacto, todavía queda una crono de 53 minutos en la que, teóricamente, Pantani podría perder hasta la bandana. Además, el terreno alpino restante no parece propicio para recortar demasiado tiempo, con una única llegada en alto en Deux Alpes.

 

   El 23 de julio los nueve corredores del equipo Festina acuden a la comisaría de Lyon con la garantía de que sólo iban a ser interrogados. Desnudados y registrados, pasaron inmediatamente a prisión preventiva.

   Las sospechas de dopaje se extienden hacia otros grupos deportivos. El director del equipo TVM, Cees Priem, y el médico del equipo, Andrej Mijailov, son detenidos e interrogados por el tribunal de Foix.

 

   El 24 de julio los ciclistas se plantan antes del inicio de la etapa. Comandados por los cuatro equipos españoles y por Laurent Jalabert, Jacky Durand, Marco Pantani y algunos más, reivindican sus derechos, además de una mayor comunicación con la UCI, cuyo presidente, Hein Verbruggen disfruta de unas agradables vacaciones en los Andes, ajenándose de todo el affaire. Tras muchas discusiones Bjarne Riis toma la salida en nombre de los viejos valores. Poco a poco un reguero de equipos, encabezados por el Telekom y por el Gan, sigue su ejemplo y la etapa finalmente se disputa.

 

   Peter Becker, entrenador en la antigua Alemania del Este y técnico del equipo alemán Telekom del que forma parte el líder del Tour, Jan Ullrich, aseguró que en su equipo todos sus corredores están “limpios”. En unas declaraciones a una emisora de radio Becker afirmó que “Ullrich nunca ha tomado ningún tipo de drogas. Quiere estar sano y tener hijos sanos, y por lo tanto no hay lugar para las drogas. Es lo que enseño a mis corredores.”

 

   Asimismo, Ullrich dijo que “estoy dispuesto a ceder las primas que gane en el Tour de Francia para contribuir a la lucha contra el dopaje. Los hechos de los últimos días me han dejado muy triste. He trabajado duro para conseguir el maillot amarillo y no puedo disfrutarlo. Los corredores quieren controles más severos y esta es mi contribución”.

 

   Noviembre de 2007. Jef D’Hont, conocido en el mundo ciclista por haber cambiado junto a Robert Jonckheere la bicicleta de Freddy Maertens en el Koppenberg en el Tour de Flandes de 1977, graba unas conversaciones con el antiguo director deportivo del equipo Telekom, Rudy Pevenage. Jef D’Hont facilita esas conversaciones al semanario Focus y a la fiscalía de Bonn, que no puede utilizarlas por ser realizadas sin el consentimiento de Pevenage. D'Hont dice que él mismo inyectó a Ullrich "vitaminas, pero también EPO y hormonas de crecimiento. Jan empezó a usar sustancias prohibidas en 1996. Durante ese Tour de Francia consumió 30.000 unidades, 2.000 cada dos días". En esas conversaciones Pevenage habría reconocido que Ullrich recurría al dopaje porque era una práctica generalizada. Pevenage, que siempre había dicho que no conocía al ginecólogo español Eufemiano Fuentes, habría reconocido también que le conocía desde hacía 20 años.

 

   Febrero 2012.  El TAS, Tribunal de Arbitraje Deportivo, culpa a Jan Ullrich de un delito de dopaje dentro de la “Operación Puerto”, cuyos ejes fundamentales se engranaron alrededor del galeno Eufemiano Fuentes. La Policía española inició en 2006 una operación en la que descubrieron más de 200 bolsas de sangre con nombres en código, algunas de las cuales estaban vinculadas a ciclistas. Los únicos sancionados deportivamente fueron Jan Ullrich, Ivan Basso, Alejandro Valverde, Jörg Jaksche, Michele Scarponi y Giampaolo Caruso, ya que las pruebas, principalmente las bolsas de sangre, no se entregaron hasta el 2016 tras dictaminarse la sentencia final, cuando el posible delito deportivo ya había prescrito.

 

   El deportista alemán negó cualquier implicación en el escándalo, pero el TAS dijo que, dadas las pruebas, Ullrich, que tuvo que esperar el veredicto más de cinco años, estaba “al menos” implicado en el dopaje sanguíneo, en violación del artículo 15,2 de las normas antidopaje de la UCI (Unión Ciclista Internacional). Ullrich fue sancionado dos años, a partir del 22 de agosto de 2011, el día de la audiencia del TAS. El tribunal también anuló todos los resultados de Ullrich desde 2005 hasta su retirada.