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PRINCIPALES VICTORIAS

  • Vuelta a España: 1945 - 38 etapas

DELIO RODRÍGUEZ (1916 - 1994)

  •    La Guerra Civil Española interrumpió la recién nacida Vuelta Ciclista a España entre 1937 y 1940, y la Segunda Guerra Mundial lo hizo en 1943 y 1944. El 30 de abril de 1945 Adolf Hitler se suicida en su búnker de la Cancillería del Reich en Berlín y días después, el 9 de mayo, los mariscales Wilhelm Keitel y Georgy Zhúkov firman la capitulación alemana y se inicia la reconstrucción política y económica de Europa, proceso del que queda al margen la España de Francisco Franco y su considerado por las potencias aliadas régimen fascista. España se queda anclada en el hambre y el sufrimiento en medio de la insuficiencia económica. En ese contexto, el 10 de mayo de 1945, organizada por la Editorial Católica de Madrid, da comienzo la quinta edición de la Vuelta a España.

     

       El camarada Cedena, secretario general del Consejo Nacional de Deportes, da la salida a las diez de la mañana entre la algarabía popular que lanza sus proclamas loando a Franco, a España, y también a Portugal: son 52 los ciclistas que toman la salida, 44 españoles y 8 portugueses. El gran favorito, Julián Berrendero, se impone en la primera etapa con final en Salamanca, seguido de Miguel Gual y de Bernardo Capó, todos ellos del equipo Tubulares Galindo.

     

       La segunda etapa, con 214 kilómetros entre Salamanca y Cáceres, se ve envuelta en cierta polémica por el desarrollo un tanto anárquico de la misma. Delio Rodríguez, también del Tubulares Galindo, a una media de casi 30 kilómetros por hora, se impone con más de media hora de ventaja sobre un grupo caracterizado por su pasividad y apatía. Quedan diecisiete etapas por disputarse y la Vuelta puede estar vista para sentencia.

     

       Tubulares Galindo se impone también en la tercera etapa entre Cáceres y Badajoz con Miguel Gual. Y en la cuarta con Juan Gimeno. Y en la quinta con Vicente Miró. El protagonista principal es Juan Gimeno, que domina la contrarreloj individual de 57 kilómetros entre Badajoz y Almendralejo, y se coloca segundo en la clasificación general tras recortar ocho minutos y medio a Delio Rodríguez. Era Gual quién parecía destinado a imperar en la contrarreloj, pero es atacado por un enorme mastín en las carreteras de Extremadura y pierde sus opciones. La concordia parece reinar entre los componentes del Tubulares Galindo, que se van repartiendo etapas, puntos, minutos de bonificación y premios. El espíritu individual del reglamento parece quedar relegado a un segundo plano y Gimeno nunca se convierte en una amenaza para Rodríguez. Hacer caja en una España indigente parece ser la principal motivación de “los Galindos”.

     

       La sexta etapa, ya en Andalucía, ve por fin el triunfo de un ciclista que no pertenece al Tubulares Galindo. Antonio Montes, independiente admitido para participar a última hora y gran aficionado al flamenco, se escapa en el kilómetro uno y llega a Granada con 26 minutos de ventaja sobre un pelotón que sucumbe ante un fuerte viento en contra y un sol abrasador. Montes se hidrata en cuanto tiene ocasión, llena sus bidones en ventorros que se encuentra por el camino, y si encuentra algún borrico con cántaros en sus alforjas, tampoco duda en hacerse con el preciado líquido. Tras beberse unos huevos en Antequera, llega glorioso y dominante a Granada, donde se anima con unos versos: “Me he alejado de Sevilla corriendo, y ahora estoy más cerca de ella. Se alegrarán mis paisanos y yo aún más.”

     

       Joaquín Olmos es el Galindo de turno que vence a un enjuto pelotón en la apoteósica llegada a Murcia, tras doce horas de un pedaleo incesante que atraviesa el desierto de Almería en busca de un agua que no existe. Los espejismos hacen su aparición en la serpiente multicolor y los ciclistas sólo logran mitigar su sed cuando un juez árbitro consigue, tras peliaguda negociación, hacerse con un carro de naranjas que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.

     

       Delio Rodríguez se impone en Valencia. También en Tortosa. Aunque hay diferentes facciones dentro en el equipo Galindo, sobre todo a la hora de repartirse premios y primas, sus miembros respetan las decisiones tomadas por su director deportivo, Sebastián Masdeu. El Tubulares Galindo es el único equipo que corre como tal y su superioridad es aplastante. Delio está convencido de su triunfo: “Voy a ganar la Vuelta contra viento y marea. En las primeras etapas no me sentía con la misma confianza, pero noto que cada día ando mejor. No me inquieto ante las terribles amenazas de que en las cuestas del Norte van a quitarme horas de ventaja.”

     

       Las etapas se van sucediendo sin grandes incidencias… Los postes de telégrafos amenizan el paisaje en los Monegros, un huracán azota a los ciclistas en Alfajarín... Las boinas rojas de los motoristas de la Diputación Navarra hacen su aparición... El tórrido calor y los sombreros de paja dan paso a la persistente lluvia y los paraguas... La expectación es total ante la etapa reina que se disputa entre San Sebastián y Bilbao el 24 de mayo. Delio está crecido: “Ya sé que muchos esperan mi hundimiento en las etapas de mañana y pasado, pero yo no participo de la misma opinión y cada día me convenzo más de que voy a ganar la Vuelta a España, pues me siento fuerte y las cuestas me parecen menos empinadas que antes.” Segundo es Gimeno a más de 34 minutos, y Gual es tercero a más de 39 minutos. Berrendero es cuarto y sólo 28 ciclistas continúan en carrera.

     

       Una pertinaz lluvia acompaña a los corredores a su paso por el País Vasco. Cuando se llevan recorridos algo más de 80 kilómetros aparecen las primeras rampas de Urkiola. El alcalde de Ochandiano ha ofrecido una prima de 100 pesetas al primer ciclista que pase por su pueblo y la lucha en Urkiola es encarnizada. El local Dalmacio Langarica sube el puerto sin grandes alteraciones en su ritmo cardíaco gracias a los empujones que recibe durante toda la subida y consigue cruzar por el alto en quinta posición. No es suficiente para seguir el ritmo del portugués João De Jesus Rebelo, que junto a Pedro Font y Aniceto Bruno encabezan la prueba. Aniceto se lleva la prima en Ochandiano y Font pincha. El alto de Sollube no cambia mucho las cosas y la meta de Bilbao se acerca. Deja de llover y comienza a chorrear. Font desfallece y es superado por Berrendero. Rebelo gana la etapa sobre Tubulares Galindo. Delio aumenta su ventaja en la general a más de 35 minutos sobre el segundo clasificado. Todo lo que pierde en las subidas, Delio lo recupera posteriormente gracias a sus formidables cualidades como rodador.

     

       Delio gana en Santander, en Gijón, en Valladolid. El General Enrique Uzquiano, Gobernador Militar de Valladolid, da la salida de la última etapa. Finalmente, Delio Rodríguez, aclamado en Madrid por más de doscientas mil personas, se lleva la Clasificación General con 30 minutos de ventaja sobre Julián Berrendero.

     

     

     

     

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