Tour de Francia de 1985. Bernard Hinault, alias "el tejón", aspira a ganar su quinto Tour e igualar a Jacques Anquetil y Eddy Merckx, un año después de ser derrotado por Laurent Fignon en el Tour del 84. En las filas de su equipo, La Vie Claire, milita el americano Greg LeMond. Ambos son candidatos a la victoria. El francés tiene una amplia ventaja sobre el americano tras la primera contrarreloj y el paso por los Alpes. LeMond está en la clasificación general a más de 5 minutos y las aguas del río parecen cristalinas.

 

   Se llega a la famosa etapa de Saint-Étienne. Greg LeMond se filtra en una escapada con la intención, en principio, de ampliar su ventaja con el tercer clasificado, el irlandés Stephen Roche, y se coloca a 3 minutos y medio de Hinault en la clasificación. Sin embargo, la trascendencia de esa etapa se debe a la caída de Bernard Hinault llegando a meta, tras hacer el afilador con Phil Anderson. Con el rostro deformado y la nariz fracturada,  sigue en carrera. La bronquitis también le acecha.

 

   Se llega a los Pirineos. Etapa clave con llegada a Luz Ardiden, tras coronar Aspin y Tourmalet. En el Tourmalet Hinault muestra debilidad y ataca  Stephen Roche. Hinault necesita de la ayuda del colombiano Lucho Herrera para minimizar daños. En la última subida a Luz Ardiden Hinault pierde más terreno, y LeMond entiende que es su oportunidad de ganar el Tour. Según reza la leyenda, le frena desde el coche su director Paul Köchli, engañándole sobre la distancia a la que se encuentra Hinault. Se siente frustrado y amenaza con abandonar.

 

   Hinault le visita por la noche en un hotel del macizo pirenaico...

   Amable Greg, ¿podrías ayudarme a ganar este Tour? Te prometo que el próximo año tú serás el ganador del Tour con mi ayuda.

   Greg duda un momento, pero después se deja convencer por las explicaciones de Hinault. Tras ayudarle en la siguiente etapa en el Aubisque, el francés logra su quinto Tour.

 

   Delirante Tour de Francia 1986. Tras la primera contrarreloj y la llegada a Pau escapado con Pedro Delgado, en principio para hacer trabajar a sus rivales, el francés es líder con más de 5 minutos sobre el americano, pero las aguas del río son algo más que turbias.

 

   Greg LeMond, en un hotel de Pau, visita al francés por la noche...

   Amable Bernard, el año pasado me dejé convencer por tus argumentos. Sin embargo, siento un tremendo dolor en el lomo. ¿Cómo has podido hacerme esto?

   No he podido evitarlo, es mi naturaleza, responde "el tejón".

 

   Al día siguiente Bernard Hinault ataca de nuevo bajando el Tourmalet, a 80 km de la meta situada en Superbagneres, vestido de amarillo y con cinco minutos de ventaja. Y este ataque es uno de los ataques más extraños de la historia del ciclismo, completamente contra natura. Hinault… un hombre inteligente en carrera, un enorme campeón que normalmente realiza un único ataque en el momento adecuado para alcanzar la victoria… ¿Cuál era la intención del bretón ese día atacando en ese momento? Las ambiguas declaraciones del francés durante el Tour sobre su pasada promesa no ayudan a entender lo que está pasando.

 

   En cualquier caso, Hinault se desfonda en Superbagneres y pierde su ventaja en la general, situándose Greg LeMond a 40 segundos. En la primera etapa de los Alpes LeMond ya se viste de amarillo, con más de dos minutos de ventaja sobre Urs Zimmermann y Bernard Hinault, prácticamente empatados. LeMond ataca en los primeros metros de la bajada del Izoard junto a Urs Zimmermann e Hinault no puede seguirle, con dolores en la parte superior de la pantorrilla izquierda.  El americano marca el ritmo en la última subida al col de Granon y aventaja al francés en más de tres minutos en la meta. Parece el final para Hinault, que esa tarde recibe una sesión de mesoterapia... Queda la etapa con final en Alpe d'Huez...

 

   A falta de 130 km para llegar a Alpe d'Huez, bajando el Galibier, Hinault ataca en compañía de su coequipier Steve Bauer. Greg LeMond no sabe qué hacer y pregunta a Köchli. Ataca por detrás hasta empalmar con Hinault, con la ayuda de Ruiz Cabestany, que pasaba por allí... Finalmente LeMond e Hinault se destacan, dando lugar a otro de los momentos más inexplicables de ese Tour: LeMond, que duerme con su bicicleta por temor a sabotajes, que sueña con comer higos envenenados, se abraza a Bernard Hinault en los últimos metros de la subida a Alpe D'Huez, entre besos y arrumacos,  en una escena digna de Ginger y Fred... "Zimmerman no quería tirar -Greg LeMond lo explica así en una entrevista concedida a Paul Kimmage en 2007- y mi situación era muy difícil, porque, aunque quería competir contra Hinault, también tenía cierto sentimiento de lealtad hacia él… Hablé con Köchli y me vino con la misma historia del año anterior, que no podía ir con Hinault. Pero esta vez dije: ¡Que te jodan! Probablemente tenía dos minutos de retraso con Hinault, así que me lancé en el descenso. Oí cómo las ruedas de Zimmerman se bloqueaban. Cuando alcancé a Hinault él no podía creer que yo estuviese allí. Llegamos a la Croix de Fer y yo seguía enfadado, pero me sentía bien. Nos quedamos solos e Hinault me dijo que fuese más despacio, que le dolía un poco la rodilla. Eso es lo que hicimos. Después Tapie dijo que le dejase liderar, que era su última victoria, y que cruzásemos la línea de meta de Alpe d’Huez dándonos la mano. Y eso es lo que hicimos, pero fue totalmente fingido. Luego Hinault dijo que la carrera no acababa hasta la contrarreloj. ¡Pendejo! Si me hubieras dicho eso al pie de Alpe d'Huez..."

 

   Se llega sin cambios a la última contrarreloj de Saint-Étienne..."Hace unos años -sigue LeMond- un periodista de L'Équipe me dijo que fui muy ingenuo en el ciclismo de los años ochenta. Me dijo que tuve suerte de que Jacques Goddet estuviera allí. Si sólo hubiera estado Félix Lévitan habría tenido que pagar cientos de miles de dólares para ganar, o habría estado ante un potencial positivo en el control antidoping. Goddet me dijo que tuviese cuidado, que había mucha gente que no quería que ganase y que vigilase lo que bebía y lo que comía. En la contrarreloj de Saint-Étienne Goddet me dijo que estuviese atento a todo. Entré al control antidoping y me puse muy paranoico... Pensé... ¡Esto es una mierda! Así que compré una cámara instantánea Kodak, traje una botella de agua fresca, tomé los dos viales en los que debía orinar y los enjuagué por completo... Las tapas, todo. Cerraron la muestra A, y cuando estaban con la muestra B, puse la huella de mi pulgar en la cera caliente que sellaba la muestra. Saqué mi cámara instantánea y tomé fotos desde todos los ángulos, así yo sabría si había sido manipulada."

 

   Finalmente, LeMond consigue ganar su primer Tour de Francia e Hinault se retira del ciclismo en un momento espléndido después de deparar unos de los Tours más delirantes de la historia...

 

   Bretaña francesa...  Principios de los 60. Mayo. Chez Margot. En un rincón en penumbra, Claude Chabrol fuma su enésimo puro mañanero con su vaso de vino en la mesa y un pedazo de queso Rochefort en el plato. En la gramola suena Ave Maria de Charles Aznavour. Por una de las puertas del restaurante aparece un niño con su madre. Dispuesto a celebrar su Primera Comunión, vestido de marinero, lleva un tirachinas en el bolsillo del pantalón...